Historia

El abuso doméstico de cualquier tipo es un problema grave en todo el mundo, pero en países como Zimbabue, la gran desigualdad de género y la dependencia económica contribuyen a las crecientes cifras de violencia doméstica. Este abuso suele estar dirigido a la mujer y se ha intensificado desde la COVID-19. Por eso, nuestro objetivo es ofrecer un espacio seguro donde las mujeres puedan comunicarse, además de terapia y asistencia para ayudarlas a reconstruir sus vidas.

Impacto

Al brindar asistencia y terapia a mujeres en situaciones difíciles, esperamos empoderarlas para que sean independientes y busquen empleos viables y seguros. Esto aumentará su contribución a la economía y reducirá la desigualdad. La COVID-19 ha agravado el problema de la violencia doméstica, pero la reciente instalación de nuestra línea telefónica de violencia doméstica ha sido un gran éxito al brindarles a las mujeres una forma de obtener ayuda, y esperamos que con más donaciones aumentemos nuestro impacto.

Desafío

En Zimbabue, el 42,7 % de las mujeres de entre 15 y 49 años han sufrido violencia doméstica en algún momento de su vida. Debido a la desigualdad de género, las mujeres a menudo no tienen acceso al mismo nivel de educación que los hombres, lo que las lleva a depender económicamente de sus maridos. Muchos hombres también se sienten dueños de sus esposas debido a la lobola (precio de la novia) pagada antes del matrimonio. Este problema no solo afecta a las mujeres, sino que muchas tienen hijos que deben presenciar o ser sometidos a la misma violencia.

Organizador

Actualizaciones

Las actualizaciones aparecerán una vez que el creador de la campaña las publique.